Los niños y la piscina comunitaria en verano

El verano ha llegado, finaliza el período escolar y nuevamente los niños en nuestra comunidad de vecinos quieren sitios donde poder divertirse. Se vuelca la atención entonces sobre las piscinas comunitarias que, administradas correctamente, pueden convertirse en una adecuada solución a esta problemática.

Sin embargo, cuando se desconoce la normativa existente para el uso de estas piscinas o no se toman las previsiones correspondientes, puede pasar de resolver a agudizar la situación. Veamos entonces cuáles son los requisitos a validar antes de declarar a punto una piscina comunitaria.
La normativa establecida en España es bastante dependiente de la comunidad en cuestión. Aun así, algunos aspectos son perfectamente aplicables en cada caso y recomendamos su implementación:

• Contratar a un socorrista o personal competente para la seguridad de los vecinos (especialmente los niños)
• Contratar servicios de mantenimiento que garanticen la completa operatividad de la instalación
• Garantizar los niveles sanitarios correspondientes del agua y zonas aledañas a la piscina
• Garantizar la existencia de un espacio para las duchas y el cambio de vestuario
• Adquirir un botiquín de primeros auxilios que satisfaga las necesidades
• Procurar que la superficie que rodea a la piscina sea antideslizante

En aras de mantener una correcta higiene de la piscina se hace imprescindible colocar depósitos de basura. Así como valorar la restricción de aforo en caso de que la proporción entre espacio del local y cantidad de vecinos sea desfavorable. Los controles sistemáticos durante el período estival deben ser más frecuentes y severos. Ello redunda en un mayor disfrute de los niños y vecinos en general, así como mayor tranquilidad para todos.

Antes de la apertura de la piscina comunitaria será siempre bienvenida una reunión de vecinos donde se recuerden las normativas establecidas para el uso de esta zona y se recomienden algunos consejos para la protección de los más pequeños de casa.