En las comunidades de vecinos, como consecuencia de la interacción diaria, es habitual que surjan determinados problemas de convivencia. Entre ellos, además del ruido, uno de los más comunes es lo relacionado con los malos olores. Especialmente en el caso de las comunidades de gran tamaño.
No obstante, para poder lidiar con esta situación, conocer su origen es fundamental. Por ello, a continuación hemos seleccionado algunas de las causas de los malos olores más frecuentes que existen en este tipo de comunidades.
Acabar con los malos olores en tu comunidad de vecinos es fácil, si sabes cómo
Cuando nos referimos a la aparición de malos olores de manera continuada, es importante saber que la acumulación de basuras es una de las causas más frecuentes. En el caso de que existe una dependencia común en la vivienda, es habitual que exista una acumulación de residuos en la misma. Su correcta gestión se vuelve necesaria para poder evitar la irrupción de esta problemática.
En el caso de que los olores no provengan de un espacio en común de basuras, es probable que tengamos que extremar las atenciones con alguno de nuestros vecinos. En ambos casos, el administrador de fincas con el que contemos será más que suficiente para poder atajar con la situación.
El problema de las tuberías
Más allá de la acumulación de las basuras, conviene tener en cuenta la amenaza que supone un mal estado de nuestras tuberías. Un atasco en la misma es más que suficiente para que los desechos no tengan una vía de escape. Apareciendo por las salidas de agua de todos los vecinos.
Por esta razón, pasar inspecciones periódicas resulta necesario en el momento de asegurar nuestra calidad de vida en comunidad.
Si bien es cierto que la aparición de malos olores puede resultar más que habitual en cualquier comunidad, disponer de medidas que impidan su aparición es clave para asegurar el bienestar de todos nuestros vecinos.