Vender una casa en la actualidad no es algo fácil. Cuando colocamos el cartel de ‘’se vende’’, no todos los interesados son verdaderos compradores, sino que nos encontramos con curiosos que pretenden conocer los precios en una determinada zona o tantear las características de la casa para compararlas con la suya
Desde Fincas Juan Royo te presentamos algunas pistas que te servirán para identificar a los curiosos:
El descuento es lo primero
Un día recibes una llamada de un posible interesado en comprar la casa pero antes de comenzar a comentar los aspectos de la vivienda, el ‘interesado’ te suelta que porque no le haces una rebaja de un tanto por ciento. El propósito de estos supuestos compradores es saber los márgenes en los que se mueve el mercado en esa zona. Es posible que sean agentes inmobiliarios que están haciendo su propio estudio o bien buscadores de gangas que desean conocer si al propietario le corre prisa vender.
Excusas para ver la casa
Cuando una persona está decidida a comprar una vivienda, no tiene problemas en visitar el piso y comprobar que lo ofrecido es verdad. Pero, cuando aparece un curioso, éste sólo intentará esquivar tu ofrecimiento cuando le propongas fecha y hora para visitar la vivienda.
Solo se queja y pone pegas a todo
Desde que ponen un pie en la propiedad, están poniendo pegas la distribución, las dimensiones de las estancias o la falta de trastero o de garaje, a pesar de que en el anuncio figura claramente las características de la propiedad. Estos, tan solo pretenden pasar el tiempo y ver cómo viven los demás.
Mareante
Hay personas que no saben decir que no. Cuando hablamos de la venta de una casa, es necesario ser directo para ahorrar tiempo y malentendidos. Se trata de compradores que, tras la visita, te dirán que tienen que pensárselo o consultarlo con alguien. Pero no estarán dispuestos a señalizar el piso o a cerrar una segunda visita. Esto lo único que significa es que no están interesados.
Representando a otra persona
Si te dicen que la casa es para una amiga o un familiar… sospecha. Comprar una casa es algo muy personal, que lo hace uno mismo..
Y aunque fuera verdad, en esa primera visita no cerrarás nada porque el verdadero interesado tendría que ver la casa. No pierdas el tiempo.