Pese a que tanto el abogado como el procurador son profesionales de la rama del derecho, la realidad es que existen importantes diferencias entre ellos. Desde Fincas Juan Royo somos conscientes de que esta es una de las dudas más comunes que suelen encontrar nuestros clientes a la hora de recibir asesoramiento.
Nuestra experiencia como administradores de fincas nos permite establecer una serie de diferencias entre ambas figuras profesionales. A continuación, una selección de las más notables.
¿Qué es un abogado y qué funciones tiene?
Un abogado es una figura profesional que actúa defendiendo los derechos y los intereses de sus clientes. A la hora de enfrentarse a organismos públicos o cualquier otra entidad, actúa como el asesor y el representante de dicho cliente.
En contra de la creencia general, su trabajo no versa únicamente de defensa frente a los juicios. Sino que también asesora a sus clientes en la negociación de un contrato. Así como en la reclamación o en la resolución de los conflictos más habituales a los que nos solemos enfrentar.
¿Qué es un procurador y cuáles son sus funciones?
El procurador está licenciado en Derecho. Además de estar especializado en derecho judicial. Su objetivo es el de representar tanto a particulares como a empresas o entidades en los juzgados o en los tribunales. Asegurando la solución más satisfactoria de acuerdo a cada caso en particular.
Su función principal es la de llevar al día todos los documentos necesarios de sus clientes. Así como conocer cuáles son los pasos que debe realizar de acuerdo a cada caso en concreto. Su principal diferencia es actuar de intermediario entre el juzgado, el abogado y el cliente.