El problema surge cuando las molestias son constantes y continuadas en el tiempo. En este caso se trata de una molestia que, en los casos más extremos, ha hecho a determinadas personas abandonar su hogar.
¿Qué puede hacer una comunidad de vecinos?
Qué hacer si el vecino ruidoso no cesa en su actitud
Una vez fracasada la vía del diálogo, la alternativa que le resta a la comunidad para solventar el problema de ruidos es recurrir a las normativas en materia de contaminación acústica. Con toda seguridad, el vecino problemático, además de incumplir la normativa interna de la comunidad, también esté vulnerando las disposiciones ambientales. Estas están reguladas por los ayuntamientos y comunidades autónomas para garantizar la convivencia en entre los vecinos.