Si tu comunidad de propietarios dispone de un garaje en su plantas bajas o subterráneas, debes tener en cuenta que es bastante recomendable establecer unas normas de régimen interno. Estas deben detallar las actividades prohibidas. La aprobación de las mismas es fundamental para que los propietarios tengan conocimiento de las actividades a las que pueden destinar o no su plaza de garaje. Esto, por lo tanto, permite a la comunidad actuar en caso de malos usos.
Las normas de funcionamiento del garaje
Como te comentábamos, las normas de funcionamiento interno de un garaje son de derecho interno. Por lo tanto deben ser aprobadas por la comunidad de propietarios. De tal modo, de nada servirá reclamar ante el ayuntamiento u otra institución por el uso indebido de la plaza de garaje de un vecino. Esto se debe a que las normas las determina la propia comunidad. Sabiendo esto, es precio detallar con exactitud estas normas.
Qué actividades se pueden prohibir en los garajes
Como seguro que ya sabes, el garaje está destinado al estacionamiento de vehículos. Sin embargo, es conveniente limitar el número de vehículos por plaza. Esto se aplica si un propietario estaciona más de un coche en su plaza, ya que es posible que se entorpezca el acceso a las plazas limítrofes. Si por las mayores dimensiones de una plaza se pudiera estacionar con holgura suficiente más de un vehículo, dicho propietario deberá hacer frente a una aportación mayor a los gastos de comunidad.
Del mismo modo, es recomendable incluir como actividades prohibidas el guardar mobiliario y otros enseres. Esto también se puede referir a la instalación de soportes para bicicletas. De hecho, si como consecuencia del acopio de muebles en una plaza de garaje se origina un incendio, será el propietario de la misma el que deba hacer frente a los daños ocasionados.
Por supuesto, también se debe prohibir en los garajes cualquier actividad molesta o perjudicial que pueda afectar al resto de propietarios. Un ejemplo de ello podría ser el lavar el coche dentro del garaje o utilizar las zonas comunes para uso privado.