En vacaciones y durante los fines de semana surge a menudo la cuestión de los invitados en la piscina comunitaria. ¿Puede prohibir la comunidad que los invitados utilicen las instalaciones?
La piscina de la comunidad es una de las instalaciones y zonas comunes que más visitas recibe cuando el tiempo es bueno. Están los que acuden a diario para hacer su ejercicio de natación y por otro lado, los que buscan la diversión con la familia y los amigos. Si hay demasiada gente al mismo tiempo en esta zona, puede afectar negativamente a la tranquilidad de nuestros vecinos. No solo eso, sino que además podemos infringir la normativa sobre el aforo de la piscina.
La normativa de las piscinas comunitarias
En primer lugar, hay que tener en cuenta que la normativa de las piscinas comunitarias es de carácter autonómico. Por ello, cada Comunidad Autónoma aplica la suya. Además, debemos consultar la ordenanza municipal sobre el aforo permitido en el Ayuntamiento al que corresponde la comunidad.
Además, debemos regirnos por los estatutos de la comunidad y las normas de régimen de uso interno de la piscina. Los estatutos deben ser respetados por todos los propietarios. Dependerá de estos si nuestros invitados pueden utilizar las instalaciones o no.
En el caso de que esté prohibido el uso, siempre se puede plantear un uso excepcional y puntual. Lo importante es el diálogo y la comprensión de las razones por las que se aceptara o no la petición.
El control de afluencia de los invitados en la piscina comunitaria
Es habitual aplicar controles de acceso a la piscina. Así, suelen contar con puertas de acceso con llave para que solo los propietarios puedan hacer uso de ellas. Además, sobre la cuestión de invitados, algunas comunidades optan por tickets de control de invitados que se reparten entre los propietarios. Estos se dejan en un lugar visible en la piscina, mientras que los invitados hagan uso de ella.
